9 conductas que te apoyan al bienestar interior

Por María Teresa González Osorio* Psicóloga y Coach sistémica

El bienestar interior (emocional y mental) es un área que se puede ver alterada por causas muy diversas: ante una crisis laboral, ante la muerte de un ser querido, tras una ruptura de pareja, conflicto con otra persona o cambio de residencia, entre otros.

Sin embargo, del mismo modo en el que la vida puede hacer que nuestro estado de ánimo dé un vuelco, nosotros también podemos influir en nuestras emociones según el modo en el que interactuemos con las situaciones que nos plantea la vida. De hecho, ese es uno de los principios fundamentales en los que se basa el apoyo psicológico.

Estos hábitos o rutinas que propongo no son la panacea ante un desequilibrio emocional pero pueden apoyarnos a predisponer nuestra mente y para superar estos momentos difíciles

9 acciones cotidianas que contribuyen al bienestar emocional.

1. Aplica a tu día a día “rituales” de inicio de tareas

En este caso no estamos hablando de realizar actividades con símbolos ni de carácter religioso; simplemente, acostúmbrate a ligar determinados momentos del día con la realización de una acción asociada al inicio de una tarea.

Por ejemplo: “al terminar de ducharme, me sentaré en mi escritorio y realizaré las llamadas pendientes”. O “Al terminar de desayunar a las 8 de la mañana, escribiré los correos electrónicos”.

2. Establece un horario de sueño consistente

Decide cuándo ir a descansar e ir a la cama, y busca que ese horario lo puedas cumplir cotidianamente. Puede ayudarte realizar rituales previos como: tomar una taza caliente de té relajante, apagar todos los dispositivos electrónicos, leer un libro, escuchar música que te apoye a relajar la mente y el cuerpo…

Si no llevamos una higiene de sueño, estaremos alterando nuestros ritmos circadianos y al siguiente día nos sentiremos cansados y con sensación de no haber tenido un sueño reparador. No hay que olvidar que dormir mal implica tener mayores dificultades para concentrarnos, ser más irritables, y desarrollar una mayor vulnerabilidad al estrés.

3. Establece una línea entre el trabajo y vida privada

Esto es muy importante tanto para rendir bien como para disfrutar verdaderamente de tus horas de ocio y de conciliación familiar. Para ello, por ejemplo, no uses tu número de teléfono de siempre para el trabajo, ni te acostumbres a quedarte trabajando hasta tarde. Tampoco te lleves los problemas del trabajo ni hables todo el tiempo de tu vida laboral en casa, ni viceversa.

4. Date tiempo para el descanso

Es importante que no infravalores el poder que tiene el descanso  para ayudarte a mantener el bienestar emocional. Cada día, tómate un tiempo para ti.

No solo te ayudarán a rendir más a la vuelta al trabajo, sino que protegerán tu salud mental si verdaderamente desconectas de tu faceta profesional. Ni siquiera es necesario que viajes siempre; es suficiente con dedicarte a lo que te gusta siempre que no esté ligado a tu día a día en el contexto laboral y, a poder ser, sin exponerte a los espacios que usas al trabajar de manera remunerada. Para las mamás que tienen hij@s pequeñ@s, sé que no es tan fácil separar el rol de madre, de la persona que eres, sin embargo también es muy necesario que en el día ¡te tomes un descanso!

5. Involúcrate en proyectos con metas a medio o largo plazo

Mantener metas significativas que puedas alcanzar en cuestión de meses o incluso de años es muy importante tanto para reforzar tu autoestima como para estructurar tu vida. De este modo, dotarás a tu día a día de un sentido de progreso, de acumulación de logros. Eso sí, es importante que esta clase de proyectos no se limite a la acumulación de dinero: la actividad en sí debe ser lo que te motive.

6. Cuídate

Cuida de tu condición física a través de una dieta sana y de ejercicio regular. Un cuerpo sano en la medida de lo posible es indispensable para tener una buena capacidad de gestión de las emociones.

7. Ofrece tu ayuda y pídela cuando lo necesites

El bienestar emocional no es algo que pueda ser obtenido de manera totalmente individual; necesitamos de la participación de los demás en nuestras vidas. Por eso, asegúrate de contar con una red social de apoyo participando e involucrándote en ella. Puedes pertenecer a una asociación cuyos fines sean a los tuyos, un club deportivo, una acción solidaria de tu barrio o comunidad, etc. Asímismo, es necesario que tú te atrevas a pedir apoyo cuando lo necesites.

8. Lleva un diario personal

Ir rellenando con frecuencia un diario personal te ayudará a potenciar tu auto-conocimiento y, en consecuencia, a detectar esos hábitos y esas maneras de pensar que te habían ido conduciendo al auto-sabotaje sin que te dieses cuenta. Desde hace muchos años tengo la costumbre de llevar un diario y me ha ayudado mucho a clarificar ideas y a poner en orden emociones y pensamientos.

9. Usa técnicas de relajación en los momentos de estrés

Lo bueno de las técnicas de relajación es que varias de ellas son muy sencillas y pueden ser usadas casi en cualquier contexto en el que dispongamos de un espacio tranquilo y que nos ofrezca algo de intimidad. Puedes probar con ejercicios de respiración diafragmática controlada, o con la relajación muscular progresiva de Jacobson, de la técnica de Mindfulness o de atención plena.

Si te interesa contar con asistencia psicológica, ponte en contacto con nosotros

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