Por María Teresa González Osorio
No podemos hablar de sociedad democrática si no hay un respeto a la cultura de los pueblos. Necesitamos visibilizar las diferencias no para promover la discriminación, sino al contrario, para tomar en cuenta de que un país posee una riqueza cultural y a partir de su reconocimiento promover el respeto a lo diferente.
No sólo es de ida: ¿qué puede ofrecernos la sociedad de acogida (en caso de los migrantes)? sino también debe ser de vuelta: Yo-nosotros, como migrantes ¿qué podemos ofrecerle a la sociedad de acogida?