Por María Teresa González Osorio

Licenciada en Psicología & Coach

La autoestima es el grado de autoaceptación, autoaprecio, autoempatía y de amor que tenemos hacia nosotros mismos. En nuestra sociedad (dominado por una creencia religiosa) nos han enseñado que sentir amor por uno mismo(a) es signo de egoísmo o narcisismo. Yo me refiero como autoestima al aprecio que sentimos hacia nuestra persona por ser quienn somos. 

Es la herramienta que nos permite construir nuestra libertad personal y nuestra autonomía psicológica. 

Cuando una persona no toma seriamente el asunto de la autoestima, se convierte en una víctima del bombardeo social respecto a quién debe ser, cómo debe hacer las cosas, qué debe consumir, dónde debe trabajar, sólo así se siente merecedor de un lugar en la sociedad y del reconocimiento del otro.

La autoestima no es una meta ni un “estado” al que debemos llegar; sino un proceso constante de autoconocimiento, de comprensión, de autoconfianza, de tolerancia hacia nosotros; todo ello la va conformando en diferentes fases de nuestra vida. 

En la medida en que somos capaces de amarnos a nosotros mismos, seremos más capaces de amar a los demás con un amor maduro y de respetar nuestras libertades y la de los demás.