La responsabilidad de ser felíz

Artículo publicado en la revista MUJERES, edición septiembre, 2010. Oaxaca, México.

Autora:  María Teresa González Osorio

Título: "La razón y pensamiento". Autor: AntonioledererUnos la llaman “la changa loca”, no está quieta, brinca de un lado a otro: nuestra mente. Por ella pasan continuamente ideas (recuerdos, proyectos), conversaciones, sentimientos.

Prestar atención a lo que pasa por nuestra mente nos lleva a tomar consciencia de lo que decimos, pensamos, creemos de nosotros mismos y de nuestro mundo y, también de lo que hacemos. No permitas que nada pase por tu mente sin estar atento, sin que tú le des permiso. Examina qué hay en tu vida que se repite una y otra vez y, también observa qué pensamientos son recurrentes en tí. Hay alguna relación entre ellos?

Pon un portero en el zaguán de tu mente. Escoge todo lo que te aporte crecimiento, dicha, serenidad. Descarta todo lo que te traiga tensión, sufrimiento, freno. Si no lo haces tú, ¿quién será capaz de hacerlo? Jorge Bucay dice: “El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede”.

Lo importante es que vivas tu vida y que la vivas de acuerdo con tu propia visión y tus principios. Es tu propia vida y tú eres el único responsable de lo que ocurre en ella. La responsabilidad –de tu vida- no es de los demás, no es ante nadie más que no seas tú mismo. En nuestra vida ocurre lo que dejamos que ocurra. Todo depende de nuestros pensamientos y, éstos determinan nuestros actos.

Si esperamos una oportunidad para ser feliz, la felicidad no llegará. La oportunidad para ello ya está ahora mismo, aquí, en este momento, frente a nosotros; quizás la tenemos demasiado cerca que no la vemos.

La felicidad depende del estado de nuestra mente, depende de las decisiones que tomemos. Vivimos el mundo que nosotros mismos hemos creado. La vida es una oportunidad llena de potencial y posibilidades.

Si logramos ser conscientes de todo lo que ocurre a nuestro alrededor y en nuestro interior, nos dará una buena perspectiva para saber qué elegir y hacia dónde dirigirnos. Ser consciente de ello nos permitirá ser los dueños de nuestra vida y, al mismo tiempo ser responsables de nuestra propia felicidad, entonces no nos quedará más remedio que compartirla.