Alcanzando nuestros propósitos

Por: María Teresa González Osorio


Entramos a junio, mitad del año, es un buen momento para revisar nuestros objetivos o metas que hicimos al inicio del año (en caso de haberlo hecho), y si no, vale la pena saber hacia dónde queremos dirigirnos. eres el capitán de tu vidaSomos capitanes de nuestro propio barco y es conveniente contar con la brújula que nos indique el puerto al cual queremos llegar, así que bien vale volver a preguntarnos:
1.- ¿Qué quieres conseguir?
Qué es lo que quieres?. Asegúrate de que realmente es lo que tu quieres y no algo impuesto. Es importante tu disposición a hacer lo que sea necesario para conseguir tu meta, para así poder establecerla con mayor claridad. Desde luego, las metas puedes irlas remodelando a lo largo del tiempo y la experiencia. Defínelas lo más claramente posible, con todo lujo de detalles y el tiempo en el que las quieres conseguir. Enúncialas en positivo. Tus metas no deben ir encaminadas a evitar cosas que no quieres, sino a conseguir las que quieres. Está demostrado que nos dirigimos hacia lo que prestamos atención, y si piensas en algo que no quieres, lo más probable sea que obtengas aquello que no quieres y no lo que sí quieres. Por ejemplo, si tu meta es comer saludablemente, no dirás: “No como comida chatarra”, sino en positivo: “Me alimento sanamente”.
Estamos a mitad del año, es un buen momento para revisar nuestros objetivos o metas que hicimos al inicio del año (en caso de haberlo hecho), y si no, vale la pena saber hacia dónde queremos dirigirnos. Somos capitanes de nuestro propio barco y es conveniente contar con la brújula que nos indique el puerto al cual queremos llegar, así que bien vale volver a preguntarnos:
2.- ¿Cuál es el camino a seguir?

hacia dónde? por movimenteUna vez establecidas tus metas, llega el momento de diseñar un plan de acción. (Cómo lo voy a lograr). Este plan de acción debes sentirlo como tuyo. Es importante que sientas gusto o placer al llevarlo a cabo, ya que si es un plan que te disgusta va a ser muy difícil que tengas la perseverancia. Llevar a cabo tu plan de acción es lo que te va a llevar hacia tu meta y la va a hacer real. El verdadero poder está en la acción, por lo que debes diseñar un plan que te sea lo más fácil posible ejecutar. Ennumera una lista de todos los pasos concretos que puedes dar para lograr tu propósito.
Ten en cuenta que no existe el fracaso, solo los resultados. Algunos de los resultados te gustarán y otros no. Cuando un resultado no te guste, sólo tienes que cambiar la forma de actuar. El único fracaso verdadero es el abandono.
Cada vez que consigas un logro por pequeño que sea, como por ejemplo llevar a cabo un paso del plan de acción, “CELEBRALO”. El cómo es cosa tuya, pero reconoce tus progresos.
Y como dijo Ganhdi, “que nuestras acciones sean la expresión del cambio que queremos ver en el mundo”